5/29/2007

Entera














Al norte reside el peligro.
Al sur la tentación
Este y oeste se me unen.
¿Hacia dónde viajaré?

Si subo me sumergiré en tu boca,
y perderé la noción del tiempo
acariciando, explorando, uniendo,
abriendo los ojos de vez en cuando
para buscarme en los tuyos
y encontrarme.
Pero si bajo te navegaré
y me quedaré atrapada
con tu arpón en mi costado,
y no habrá fin.
Si me desvío a los lados
el camino se ensancha
y te circunvala
para devolverme al sur
o al norte.
Y vuelta a empezar.

Tendré que buscar la manera
de recorrerte entera y a la vez,
buscar la ubicuidad,
descartar las porciones,
para ser el mar de tu arena.Sin elegir.

5/22/2007

Cosas que pasan


Llueve,

de arriba abajo

como es natural;

con gotas

claras, frías.


Anochece,

como todos los días;

se va guardando el sol

tras el mar,

tras mis islas.


Siento,

como siempre he hecho;

es un síntoma más,

de que respiro,

de que estoy viva.


Dudé,

tuve miedo al error;

y frené mis pies

cansados

para que no corrieran a tu orilla.


Vivo,

y los segundos son tesoros;

no quiero perder

ni uno más

lejos de tu sonrisa.


Vamos,

ya es hoy,

la posibilidad nos ilumina.

5/20/2007

Tu mirada


Fue fugaz.

Te miré a los ojos

y sentí vértigo.

Sabía que podría extraviarme en ellos,

y que no valía la pena

intentar ocultarlo.

Me llamaban, me arrastraban,

me prometían,

y yo me dejaba.

Te tomé la mano,

sentí tu calor,

palpé tu suavidad,

y archivé el instante

en lo más íntimo de mi alma.

Tú me mirabas, sorprendida,

expectante;

yo te miraba extasiada.

Quise engatusar al tiempo

con palabras suaves,

dormirlo, dejarlo fuera de servicio,

pero sólo cedió unos segundos

antes de seguir corriendo, descalzo,

en su ronda diaria.

Y en esos segundos, segura,

me arriesgué a cruzar

tu pantalla,

mis labios en los tuyos.

Descargas. Sonrisas.

Temí que el hechizo se deshiciera

y que la cordura arreciara.

Pero no:

yo seguía muy dentro de tu mirada.


Me despertó Olga Viza, ya ves,

como todas las mañanas.

Fue fugaz.

Pero al girarme me pareció ver

tu mirada en mi almohada.

5/15/2007

El olor de tus palabras



Hoy me he dado cuenta
de que había algo nuevo en mi casa.
Perceptible apenas,
sutil,
pero ahí estaba.
La he recorrido mirando cada oscuridad
esperando ver agazapada en ella
la presencia inquietante
que me llama.
Después, los ojos cerrados,
me he parado en el medio
escuchando.
La nevera, los vecinos,
el lavado de coches de abajo...
Nada nuevo,
nada raro.
Pensé en usar los otros tres sentidos
para encontrarlo...
pero antes siquiera
de poder enumerarlos
te encontré en el aire,
y lo vi claro:
mi casa huele a tus palabras.
Lo impregnan todo:
yeso, telas, suelos y ventanas.
Y juro que jamás conocí
olor más mío, más sensual,
más cálido ni más humano.

Pero sólo me acompaña
cada vez que inspiro...
Y el resto del tiempo navego
en el más absoluto desamparo.

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¿A qué huelen las nubes? ¿Y los atardeceres? ¿Y las palabras dichas, pensadas o susurradas?

¿Tú lo has visto?


Pues no sé dónde lo he puesto...
Llevo todo el día buscando,
y nada.
Aunque para ser del todo sincera
no ha sido un día, no:
¡hace ya años que lo echo en falta!

Eso sí, mientras lo buscaba,
he encontrado la tapa del mando,
y aquella amiga que un mal día desapareció.
Han aparecido incluso
tres países africanos
(y mira, creí que ya no existían),
un primer beso
(¿un? ¿el?)
y un viaje a Madrid.
¿Estará debajo de la cama?
La última vez que vi allí
sólo había una pila de sueños
polvorientos
y unos cuantos nombres desgastados.
¿Lo habré soñado?
Pero no:
recuerdo su tacto, su olor,
su peso,
su índice extraño,
la hoja que un día arranqué
porque no decía más que mentiras
que luego fueron verdades
(que siempre fueron verdades, y yo ignorante).
Pero ¿dónde habré puesto
el maldito manual de instrucciones?
¿Cómo voy a interpretar yo ahora la vida?


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Lo mejor ha sido tener que buscar el libro, de verdad, para sacarle la foto.... ¡Y no lo encontraba!

5/12/2007

Imperfecto tres

Número mágico,
número primo,
número perfecto.


Tres fueron las carabelas,
tres los crucificados,
tres en uno el dios.


Tres los ideales revolucionarios,
tercero el Reich,
Moscú la tercera Roma.


Tres las musas,
tres las marías,
tres las gracias.


Tres los términos de la enumeración,
tres los intentos,
tres los tercios de la foto.


Tres puntos dibujan la vulva,
tres colores tus ojos;
tus pechos, tu vientre, tres.


Pero sé, mi amor, que aquí entre nosotras
tres es demasiado.


Tres.
Número mágico,
número primo,
número imperfecto.

¿Quen entenderá este mar vello?


Primero fue el mar.
Luego la vida.
Si él es la Palabra,
¿será nuestro dios?

Si primero fue tu sonrisa,
¿será ella mi diosa?


Y ¿quién entenderá tu sonrisa
ahora que no la contemplo?
¿Dejará de existir
si yo no la convoco?


Primero fue el mar.
Luego su luna.
Y la vida se autoconvocó
para poder contemplarlos.


¿O no?

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El título de esta entrada es un verso de María Mariño, poeta a la que se dedica el Día das Letras Galegas este año. Es la segunda mujer que recibe tal distinción (la otra fue Rosalía).

5/11/2007

Y


















¡Y mira que me lo dijeron!
“Ten cuidado”
“No toques ahí”
“No cruces a lo loco”

Y voy y me descuido,
y me acerco,
y te toco.
Y no contenta con eso
voy y cruzo todas las fronteras
con los ojos cerrados
y el corazón abierto.
Y me enamoro.

Y, a estas horas,
¿dónde encuentro yo a un buen cardiólogo?


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Y esto está dedicado a Angelina Molina, mar batiente, espuma callada.

5/08/2007

Aguarelas



Hemos ido tejiendo hilos.


Tu mejilla en mi mejilla.
Mi vientre en tu vientre.
Tus labios en mis labios.
Tus pechos contra mis pechos.
Mi vientre en tu espalda.
Mis pechos en tus labios.
Tus pechos en mi boca.
Tus ojos en mi sonrisa.
Mis ojos en ti.
Mi alma en tu alma.
Tu alma en mi alma
Hilos.
Frágiles.
Transparentes.


Sigo tejiendo hilos.
De cualquier clase.
Aunque todos inútiles,
sobrantes, desesperados.
Y sé que no debo.
Pero tejo.
Y no volverá mi Ulises.


Sedia-m’eu na ermida de San Simion
e cercaron-mi as ondas, que grandes son:
eu atendend’o meu amigo,
eu atendend’o meu amigo!

Estando na ermida ant’o altar,
cercaron-mi as ondas grandes do mar:
eu atendend’o meu amigo!
eu atendend’o meu amigo!

E cercaron-mi as ondas, que grandes son,
non ei barqueiro, nen remador:
eu atendend’o meu amigo!
eu atendend’o meu amigo!

E cercaron-mi as ondas do alto mar,
non ei barqueiro, nen sei remar:
eu atendend’o meu amigo!
eu atendend’o meu amigo!

Non ei i barqueiro, nen remador,
morrerei fremosa no mar maior:
eu atendend’o meu amigo!
eu atendend’o meu amigo!

Non ei barqueiro, nen sei remar
morrerei fremosa no alto mar:
eu atendend’o meu amigo!
eu atendend’o meu amigo!

(Mendiño)
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Texto y traducción de la cantiga de Mendiño aquí
Esta foto la he sacado en el primer día de mi nueva supercámara :-)

5/04/2007

Laberintos


Me perdí.
Empecé a recorrer tu cuerpo y me perdí.
No sé cuánto tiempo pasó.
Ni sé qué lugares visité.
Pero fue tan dulce no encontrarme
que no quise salir de tu piel.
Y así anduve por tus campos
y por tus cuevas
y por tus montañas y tus valles.
Vagabunda sin más hogar que tu cuerpo,
sin más destino que mi compañera.
Totalmente perdida en ti.
Por dentro y por fuera.

Biquing


Besos ciegos, besos claros,
besos torpes, andariegos,
besos sublimes, besos caros,
besos del alma, besos robados,
besos con todo mi cuerpo,
besos sin fin, sin cuenta, sin reparo.

Todos los besos, mi amor, todos.
Todos te los he dado.
No con mis labios,
sino con mi mente, con mi alma,
con mis ojos, con mis manos.
Besos al aire.
Y ninguno te ha llegado.
Pero debes saber que,
mientras no estabas, te he besado

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"Biquing": besar, en galinglish

Inmersión



Quiero mecer mis manos entre las algas.
La luz se descompone en mil reflejos sobre la superficie.
Mi respiración es sólo un ruido.
Ya me detengo.
Vuelo.
Libre.

Hay mares que saben a mujer.
A mujer sabia.
O a mujer hermosa.
Hay luces que sólo brillan
en algunas aguas
y en algunos ojos.
Hoy tengo el mar.
Y en él tengo a las mujeres todas.
Mejor aún:
el mar no pide.

Vuelo.
Libre.

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Mareas vivas en Miño. Agosto 2005

Buscamos


Abrimos, cerramos,
entramos, dañamos,
sufrimos, amamos,
entregamos.
Buscamos.
Y nos preguntamos.

¿Respuestas?
A lo bueno: sí.
A lo malo: no.
A lo demás: no sabemos.
Esperamos.

Así que abrimos, cerramos,
entramos, curamos,
suspiramos, lloramos,
sopesamos,
dudamos.
Esperamos.
Y, mientras, amamos.

5/02/2007

Afuera, el ocaso










Sangre.
El mundo se cae.
Sólo oigo el viento.
Trescientos sesenta grados de viento.
Vértigos oscuros.
Tiemblo.
Ya no veo.
No hay puntos de apoyo.
Miro alrededor.
Vacío.
Dentro.
Vacío.
Ya no sé.
Me siento y me contemplo.
No me reconozco.
No sé quién era.
Me han robado mi mundo.
Y no tengo fuerzas para hacer uno nuevo.

Todo ocurre fuera.


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El 3 de octubre del 2005 hubo un eclipse de sol visible en España. A las 9 de la noche el sol, moribundo ya, pero orgulloso, se despedía en Cabo Silleiro.

 
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