5/22/2007

Cosas que pasan


Llueve,

de arriba abajo

como es natural;

con gotas

claras, frías.


Anochece,

como todos los días;

se va guardando el sol

tras el mar,

tras mis islas.


Siento,

como siempre he hecho;

es un síntoma más,

de que respiro,

de que estoy viva.


Dudé,

tuve miedo al error;

y frené mis pies

cansados

para que no corrieran a tu orilla.


Vivo,

y los segundos son tesoros;

no quiero perder

ni uno más

lejos de tu sonrisa.


Vamos,

ya es hoy,

la posibilidad nos ilumina.

4 comentarios:

Olga dijo...

Me ha gustado ese cambio del punto de referencia. Poner el acento en el sentir, para explicar que se respira y, por tanto, se vive. Porque algunas veces me ha pasado, respiro pero no siento. Y coincide con momentos en los que me sentí muerta.
Pero todas esas posibilidades... Aprovechemos un despiste del miedo y lancémonos.

Beatrize Poulain dijo...

Creo que está mal, que deberia de llover de abajo a arriba, porque asi en vez de tener que llevar el engorro del paraguas llevariamos canoas para taparnos de la lluvia que viene de abajo y encima tendriamos la posibilidad de desviarnos a las nueves en un buen aguacero. Lo malo seria la caida, pero esa es ya otra historia...

Beatrize Poulain dijo...

A las nueves? Queria escribir a las nubes, no se que estaria pensando mi subconsciente xD

Inés dijo...

Sería maravilloso poder volar con los aguaceros, aunque las nubes (y los nueves) estarían abajo, ¿no? Lo malo, Beatrize, sería que a poco que nos descuidáramos se nos mojarían las bragas... y me callo.
Pero ya ves: dejarse llevar, o lanzarse, es tan complejo como todo el conjunto de fenómemos que hacen que la lluvia caiga, y que además caiga de arriba. Aunque nos parezca muy fácil.

 
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