5/20/2007

Tu mirada


Fue fugaz.

Te miré a los ojos

y sentí vértigo.

Sabía que podría extraviarme en ellos,

y que no valía la pena

intentar ocultarlo.

Me llamaban, me arrastraban,

me prometían,

y yo me dejaba.

Te tomé la mano,

sentí tu calor,

palpé tu suavidad,

y archivé el instante

en lo más íntimo de mi alma.

Tú me mirabas, sorprendida,

expectante;

yo te miraba extasiada.

Quise engatusar al tiempo

con palabras suaves,

dormirlo, dejarlo fuera de servicio,

pero sólo cedió unos segundos

antes de seguir corriendo, descalzo,

en su ronda diaria.

Y en esos segundos, segura,

me arriesgué a cruzar

tu pantalla,

mis labios en los tuyos.

Descargas. Sonrisas.

Temí que el hechizo se deshiciera

y que la cordura arreciara.

Pero no:

yo seguía muy dentro de tu mirada.


Me despertó Olga Viza, ya ves,

como todas las mañanas.

Fue fugaz.

Pero al girarme me pareció ver

tu mirada en mi almohada.

5 comentarios:

Olga dijo...

Ays, engatusar al tiempo, tarea difícil. Si conseguiste unos segundos... Ya tienes mérito.
Atravesar pantallas, para quedarte con una mirada en almohada...
Sigue haciendo magia con las palabras.

Inés dijo...

¿Y tú dices lo de la magia?
:-)

Olga dijo...

Inés, si, porque tienes una forma dinámica y próxima de escribir. Me gusta como lo haces y lo que cuentas.
Creo que nos seguiremos la pista.

Anónimo dijo...

Y que hacía Olga Viza en tu casa?Cuándo piensas contarme esa oscura parte de tu vida?..

Inés dijo...

Hmmm. Pues ya puedes esperar... Soy discreta, y hay cosas que no se pueden contar... Sorry!

 
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