Delante (¿detrás?)
EL ETERNO RETORNO
Siempre vuelvo a ti.
Por más que lo intente ( aunque a veces no lo haga),
vuelvo a ti.
Y sé que me dejo llevar,
que me dejo naufragar en tus aguas
verdes.
Y sé que de vez en cuando
nado incluso, preguntándome
si con ese gesto conseguiré
(podré) escapar a tus corrientes.
Inútil:
siempre vuelvo a ti.
A ti, risueña, satisfecha
por volver a ti.
A ti, nunca ahíta de tus labios,
de tus curvas, de tus miradas.
A ti, esperando el gesto pródigo
de la mano amada
que devuelve la vida, el calor,
que revuelve, envuelve, disuelve,
absuelve.
A ti, mi arcadia privada, nunca hollada.
Siempre vuelvo, reina mía.
¿Sabes tú por qué?
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